En la mitología griega, Casandra (en griego antiguo,:
"la que enreda a los hombres" o "hermana de los hombres")
era hija de Hécuba y Príamo, reyes de Troya. Casandra fue sacerdotisa de Apolo, con quien pactó, a cambio de un
encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin
embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación, Casandra rechazó el
amor del dios; éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca:
seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos. Tiempo
después, ante su anuncio repetido de la inminente caída de Troya, ningún
ciudadano dio crédito a sus vaticinios. (Wikipedia)
Aunque
Casandra previó la destrucción de Troya, la muerte de Agamenón y su
propia desgracia, fue incapaz de evitar estas tragedias, tal era la maldición
de Apolo. Su familia creía que estaba loca y, en algunas versiones, la
mantuvieron encerrada en casa o encarcelada, lo que la hace enloquecer. En
otras versiones, simplemente era una incomprendida.
Cito este mito griego por el sorprendente parecido que tiene
con la ovniología (o ufología). Muchos de los investigadores son personas
serias, preparadas, profesionales, etc. que han tenido experiencias directas
con la fenomenología Ovni. De todos los tipos, desde visiones anómalas en los
cielos, algunas de larga duración, hasta aterradoras abducciones.
La mayoría de las experiencias Ovnis no se informan jamás en
los medios y muy pocas personas las creen. Y, aún en estos casos, dudan. Así,
el investigador opta por mantenerse callado. Es lo mejor.
Sabe que vivió una experiencia real e intuye que, cualquier
día, puede ocurrir una revelación espectacular. Solo ruega, para sus adentros,
que ocurra lo que ocurra, sea algo positivo para la Humanidad. Lo contrario,
prefiere ni pensarlo. Sería el fin de todo.
Desearía advertirles a los gobiernos, porque siempre es
preferible estar preparados, aunque nuestro nivel de desarrollo sea muy
inferior al de los invasores. Al menos, estar emocionalmente preparados.
Finalmente sufre el
“Complejo de Casandra”. Sabe… pero nadie le cree.
Nota Final: Con este post, de no ocurrir algo realmente
serio y diferente en esta fenomenología, doy por terminado este blog. No tiene
sentido continuar porque también he vivido el Complejo de Casandra y estoy
cansado y desilusionado.
Les deseo buena suerte a todos y ojalá algo Superior nos
proteja en caso de ocurrir lo peor.
Gracias a todos lo que se interesaron por este blog.